México – El gasto del gobierno federal en seguridad pública, entre 2001 y 2013, creció 200 por ciento, al pasar de 73 mil millones de pesos a 219 mil millones, de acuerdo con un estudio del Laboratorio de Políticas Públicas Ethos.

 
Las autoridades mexicanas, destacó la organización, han destinado a la atención del problema de inseguridad que azota al país, el equivalente al 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
En tanto, los recursos que la Federación ha entregado a los estados para seguridad pública aumentaron de 6 mil 686 millones de pesos en 2006 a 14 mil 509 millones de pesos en 2012, según la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

 
A la par de los recursos, el número de efectivos militares desplegados en el país también se incrementó de manera significativa. De acuerdo con la Cuenta Pública 2014, dada a conocer el mes pasado por la Auditoría Superior de la Federación, el número de soldados en labores de seguridad pública creció 69.9 por ciento, pues pasó de 45 mil 85 elementos en 2007 a 76 mil 613 en 2013.

 
En el periodo mencionado, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a cargo del general Salvador Cienfuegos Cepeda, realizó operativos en las 32 entidades federativas, los cuales se incrementaron en 372 por ciento. De 11 acciones operativas en 2007, pasaron a 57 en 2013, reportó la Auditoría Superior de la Federación.

 
En 2014 el número de elementos distribuidos se redujo, pues la Sedena movilizó a 16 mil  92 militares para apoyar, lo que significó mil menos que en 2013. En 2013, Nuevo León, Tamaulipas, Durango y Michoacán solicitaron apoyo a la Secretaría de la Defensa Nacional ante los problemas de inseguridad que los aquejan.

 
Tras la solicitud, 3 mil 978 militares fueron enviados a dichas entidades, lo cual representó un gasto de 2 mil 811 millones de pesos, para el gobierno federal. En esos estados, los militares realizaron labores de erradicación de enervantes e instalaron “mandos especiales”.

 
Acondicionaron bases de operaciones mixtas y realizaron acciones para erradicar plantíos de enervantes, asegurar vehículos, armas y dinero de procedencia ilícita y detener a los presuntos responsables, a fin de mantener la seguridad de la población y reducir la violencia, en tanto los cuerpos policíacos del país concluyen su proceso de reestructuración.

 
Por otro lado, mediante 12 cursos programados la Sedena capacitó a 934 elementos de las fuerzas especiales, cantidad superior en 46.6 por ciento a la meta de 637 elementos.

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