Locales / 3 julio 2015
“La sequía que por más de una década ha castigado a la región, aunada al casi total abandono de múltiples gobiernos en México, han puesto a los indios rarámuris de la alta sierras del estado de Chihuahua en una situación de supervivencia y al borde de la extinción”.
Por: José I. López
Agua Prieta, Sonora.- Niños de la etnia tarahumara pueden observarse en distintos cruceros de nuestra ciudad pidiendo limosna o “corima” como ellos le llaman a la acción de mendigar.
Como ya es acostumbrado por los rarámuris, todos los años y en estas fechas, pueden verse en Agua Prieta. Ellos vienen de la sierra de Chihuahua, específicamente de la comunidad de Carichic y sus alrededores de donde se trasladan hacia nuestra ciudad para requerir dádivas.
Sin embargo, son niños en su mayoría los que se encuentran solicitando limosna, algunos inclusive de escasos dos o tres años de edad, quienes están en cruceros automovilísticos, caminando sobre el asfalto y vehículos en circulación lo que se convierte en un peligro inminente para los pobres infantes y por ende para los ciudadanos ya que pueden originarse accidentes de cualquier índole.
Son estos grupos marginados por la sociedad una obligación de las autoridades estatales y federales, quienes deben brindarles apoyo, capacitación, educación y alimentación para evitar la migración indígena a las urbes y evitar que estos niños se encuentren expuestos al peligro de las mismas.