Las grandes historias siempre tienen algo azaroso, casi como un accidente que termina siendo el génesis de lo que después trasciende. Así podría iniciarse la historia de la actriz sonorense Karem Momo, recientemente nominada al Ariel por su papel en la película “El Jeremías”.
Egresada en 2012 de la carrera de Teatro por la Universidad de Sonora, Karem empezó a realizar producciones de teatro locales y en Guadalajara, donde finalmente su historia tomaría otro rumbo.
Con una voz que invita a la vitalidad, la artista sonorense señala que fue al casting de “El Jeremías”, movida por la curiosidad.
“El primer día que fui no pude alcanzar y en el segundo fui la última, no estaba nerviosa, hice el casting imaginándome un partido de los Naranjeros, con acento muy sonorense, y les gustó”, señala Karem Momo.
De 40 actrices que aspiraban al papel de la madre de Jeremías, seleccionaron 8, después quedaron 2, y después de una semana de talleres, el papel ya era de la actriz sonorense.
Fue el primer acercamiento de Karem al cine, pues siempre había trabajado para teatro. Motivada por los grandes retos, se fue empapando de lo que significa trabajar para la cámara.
“En el teatro uno debe exagerar los gestos, hablar más fuerte, el cine es más íntimo, se trabaja siempre con las emociones, con contenerlas”, relata Karem.
La producción de la cinta la hizo cargar una panza de embarazada, además de que tuvo que pasar por todo el proceso de la maternidad en unas cuantas semanas, para darle mayor naturalidad y profundidad a su papel, emulando la famosa escuela de “El Método”, donde el actor tiene que convertirse en el personaje que va a interpretar.
“Fue una experiencia muy hermosa y satisfactoria, me despertó el sentido maternal y me hizo ver otros aspectos de mi persona que desconocía”, subraya la intérprete.
En su primera odisea por el cine, Karem veía todos con esos ojos de inocencia que describe el escritor Petr Handke: entregarse de cuerpo y alma a lo desconocido.
Su primera escena fue con el primer actor Daniel Giménez Cacho, institución en la industria mexicana; los nervios se apoderaron de ella.
“En un corte, tomé un respiro y me dije, me va a salir lo sonorense, así que busqué a Giménez Cacho, me presenté y le dije que estaba muy nerviosa. Él se río y me dijo que todo iba a estar bien”, narra Karem Momo.
De ese momento todo encajó como si fuera un rompecabezas de tres piezas hasta el punto de que en su primer papel en cine, la Academia Cinematográfica la ha nominado como Revelación Femenina.
“Yo ya me considero ganadora solo con estar nominada, sé que esto abrirá muchas puertas y hará que volteen a ver a Sonora”, finaliza la actriz.