Ciudad de México – Siempre renovada y fecundante, la cultura de Oaxaca regresó al Museo Nacional de Culturas Populares de la Ciudad de México con un conjunto de 300 piezas que permiten conocer nuevas miradas de la tradición fundada hace más de 2 mil años.
Con el nombre Manos y alma de Oaxaca. Esplendor de muchos pueblos, se presentarán una exposición y un robusto programa de actividades complementarias que incluyen presentaciones musicales, editoriales y una feria artesanal y agroindustrial.
Hasta el 14 de agosto la exposición permitirá ver piezas inquietantes como una escultura de Carlomagno Pedro Martínez llamada Sueño del origen, que usa el barro negro para moldear pequeños cráneos del tamaño de una fresa y alinearlos como si fueran parte de un muro de osamentas o altar prehispánico del tipo Tzompantli, sobre el que aparece sobrepuesta una figura humana en posición fetal.

 
Un poco más adelante impresiona una reproducción de la fachada de la catedral de Oaxaca elaborada totalmente con totomoxtle, es decir, la cáscara u hoja que cubre a la mazorca del maíz. Obra de José Alberto López. También en la misma ruta del recorrido se puede mirar un animal fantástico con rostro humano, cuerpo de pez y cuernos de caprino, que se llama Nahual de la sabiduría y fue elaborado por Roxana Ortega Fabián, a partir de una sola pieza de madera de madera de copal tallada y pintada a mano. Son estos sólo algunos ejemplos de las 300 piezas que se exhiben, de 290 artesanos de ocho regiones. Ahí hay máscaras, ollas, alhajas, vestidos, espejos, entre otras.

 
“La fuerza de la cultura de México está en su diversidad y si la diversidad se expresa en un estado es precisamente en Oaxaca”, dijo el secretario de Cultura Rafael Tovar y de Teresa al inaugurar la exposición. “No en balde, las 17 etnias que conforman al estado, las decenas de diversidades lingüísticas que se hablan nos hablan de un lugar donde se ha multiplicado una relación entre la naturaleza y la cultura y donde se me hace muy aplicable la frase de Diego Rivera que dice que en México el arte popular es tan rico y tiene una continuidad tan grande porque son los mismos materiales y las mismas manos que la crean. Esto se ve en Oaxaca”, añadió.

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