Locales / 17 marzo 2016
A 59 AÑOS DE DISTANCIA, EL FINO CABALLERO JOSÉ ALFONSO “EL PULLO” MORALES PAVLOVICH, PRINCIPAL PROTAGONISTA DE ESTE EVENTO, REVELA LA VERDAD POR PRIMERA VEZ SOBRE EL TRIUNFO DEL ZAINO DE AGUA PRIETA
ROBIN BELTRÁN. (Crónica Completa).
Aquel domingo 17 de marzo de 1957, un caballo zaino de Agua Prieta, propiedad de Rafael Romero, cruzó la meta como un Relámpago entre aplausos y gritos de miles de asistentes a la afamada carrera donde perdió el Moro de Cumpas, hasta entonces invencible en todo Sonora.
Desde hace 59 años, la verdad de esa historia que llevó al Relámpago de Agua Prieta a ganar, había permanecido en silencio, desconocida por la gente, ignorada por todos y gracias a la voluntad de su principal protagonista, José Alfonso “El Pullo” Morales Pavlovich.
“Esta es la primera vez que recibo a un Periodista para dar a conocer la verdad y TU eres bienvenido a mi humilde casa Robin, quiero que todo el pueblo sepa la verdad de esta carrera”.
Sentado en la sala privada de su residencia, la tarde de este miércoles, en que hace 59 años, la adrenalina le invadía por la emoción de la carrera que estaba a horas de realizarse relata con plena lucidez aquellos momentos tan significativos de su vida.
DOS MILLONES DE PESOS
Para entonces las apuestas ya tenían un monto de dos millones de pesos, esto en el año de 1957, la mayoría a favor del Moro de Cumpas, que venía invicto de ganar en todas las carreras por el estado de Sonora.
Recuerda que ningún caballo, por más ligero le había podido ganar a el Moro de Cumpas de Pedro Frisby.
“Te voy a decir que Pedro Frisby, aunque era el duelo del Moro de Cumpas no le apostó a su caballo ni un peso”, reveló, José Alfonso “El Pullo” Morales Pavlovich.
Con la historia de ese acontecimiento viva en su voz firme y con acento seguro, dijo que casi toda la gente estaba segura que habría de ganar el Moro de Cumpas.
LO CONSEJOS DE UN EXPERTO
Aunque la duda le asaltaba, consultó a un experto en carreras de caballos que residía en la vecina ciudad de Douglas, Arizona.
El norteamericano de apellido Louis, dijo que escuchó con mucha atención aquel planteamiento que le hizo, en el cual quería saber las posibilidades que tenía El Relámpago, frente al invicto Moro de Cumpas.
Con sus frescos recuerdos trajo las palabras que le dio como consejo.
“Todos los caballos corren igual”, lo que lo llenó de esperanzas por la ansiada victoria para que El Relámpago se impusiera al de Cumpas”.
Pero en ese mismo momento, le dio Mil 500 dólares para que le apostara a El Relámpago.
LA COMPRESIÓN DE LA VERDAD
En cuanto al antecedente del Relámpago, indicó que era un caballo zaino, zaino, denominado así por su color en castaño oscuro en el lomo, nacido en California, donde había corrido en muchos tastes.
En otras palabras, era un caballo que había corrido en escenarios muy grandes y con mucha gente.
Estaba acostumbrado al público, al ruido del claxon de los carros, a la algarabía de los cientos y miles asistentes en las carreras de Estados Unidos.
Era un caballo con bastante experiencia en estas competencias y prácticamente nada le asustaba.
“El Moro era un caballo que había ganado en Moctezuma, en Cumpas, Óputo (hoy municipio de Villa Hidalgo), en Fronteras, donde no había más de cuatro y cinco carros y con muy poca gente”.
Así detalló el perfil profesional del Moro, en relación al Relámpago.
EL DIA DE LA CARRERA
En lo que es ahora la calle 4, de la avenida 17 a la 20, estaba medida la pista.
Al dar el Santiago, el Moro salió delante pero debido a que la gente se comenzó a meter a la pista de carreras, el Moro se comenzó a detener y El Relámpago, con experiencia en carreras con mucha gente le salió adelante.
“El Moro iba adelante, iba ganando, pero a medio taste la gente se echó encima de la pista y eso hizo que El Relámpago se pusiera adelante dejando al Moro atrás que iba pegada su nariz en su cuadril”, reveló a 59 años de distancia.
“La misma gente que invadió la pista hizo que el Moro comenzara a detenerse en su carrera, pero al Relámpago no le asustó la gente porque venía de correr en tastes grandes y lo puso adelante y ya no pudo alcanzarlo”, detalló el fino caballero José Alfonso “El Pullo” Morales Pavlovich.
SE VA A LOS ÁNGELES
Ese mismo día, cuenta que para evitar cualquier desavenencia con los que perdieron que querían la revancha, dijo que se fue a Tucson, tomó un avión y por la noche estaba viendo una película en un cine de la ciudad de Los Ángeles, California.
Recuerda que a los pocos días, ya con los ánimos calmados, se organizó otra carrera donde ganó el Moro, pero nadie la tomó en cuenta.
Actualmente, a más de medio siglo de distancia de la carrera, al escuchar el corrido en Cumpas, la gente se enfrasca en discusiones por aquel momento histórico.
“Yo quiero que esta verdad la sepa todo el pueblo y solo a ti Robin, te la estoy confiando, ya han pasado 59 años en que he guardado este secreto y ahora te lo doy a ti para que lo publiques y toda la gente conozca la verdad sobre esta carrera”.
Así concluyó esta historia narrada por su principal protagonista, el finísimo respetable caballero José Alfonso “El Pullo” Morales Pavlovich.
FOTOS: Gracias a la cortesía de Gorguz y la revista Sabías qué?, así como a mi gran amigo y compañero JESÚS CHENO BUSTAMANTE y a la familia Morales Camou.