CINEFILUS

Por: Javier Barón Rodriguez 

5 de Septiembre del 2015

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Así como el extraordinario minimalismo creativo del póster de John Wick así es la premisa del filme; breve pero con elementos poderosos y explosivos para crear una de las mejores películas de acción en muchos años. Todo un logro esa atmósfera del submundo de los asesinos a sueldo que nos presenta el director Chad Stahelski, escenas magistrales de violencia estilizada que por momentos nos hace recordar los filmes de John Woo.

La secuencia de persecución en el antro/ prostíbulo es impresionante por su intensidad, la eficacia en su desarollo y por la dificultad que implica filmar este tipo de escenas. Las coreografías de acción son impecables, una especie de ballet violento con armonía perfecta.

Cada uno de los personajes tiene sus motivos, se establece una lucha de voluntades, grandes actuaciones: Keanu Reeves, en su mejor forma como no se le veía hace años. Willem Dafoe, estupendo como el amigo solidario. El sueco Michael Nyqvist ( The Girl With The Dragon Tattoo) impecable interpretando al mafioso ruso antagonista.

Es un filme ultraviolento, gente de estómagos delicados, abténganse. Lo interesante es que no es violencia gratuita, toda ella tiene plena justificación en el desarollo de la trama.

Otro punto a su favor es que tiene matices, tiene sus momentos de calma, le da un respiro a los personajes inmersos en un frenesí de venganza, una pausa al espectador para que conozca aspectos de la personalidad de estos tipos duros enfrascados en una batalla de matar o morir. La textura visual es otro acierto del filme con una mezcla de tonalidades acordes a la historia. Si te gusta el género, no te la puedes perder.

En mí escala de evaluación personal le doy 9 Barones.