El sacerdote Francisco Javier Castillo Ríos, uno de los tres miembros de la jerarquía de la Iglesia católica de San Luis Potosí denunciados por abusos sexuales ante la Procuraduría de Justicia del estado, violó durante dos años a un menor al que le decía que eso era “parte de los sacrificios que debía aguantar” si quería también ser sacerdote.

“Que con esa boca y esas manos tan sucias estén hablando de Dios; no puede ser. Él le hacía unas cosas horribles a mi hijo”, fue el testimonio de la madre de José en un reportaje del canal 7 de San Luis.

El padre Castillo conoció a José en unos retiros espirituales en el Seminario menor. El niño tenía 8 años.

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