CINEFILUS
Por: Javier Barón Rodríguez
12 de Febrero del 2016
cinefilus@apsonfm.com

– Nuestras vidas se acercaron en un amanecer perpetuo.

carol

La película comienza con un extreme close-up a una alcantarilla que hace pensar en primera instancia en una reja; símbolo inequívoco de lo que representaba en la década de los 50’s del siglo pasado atreverse a vivir un amor más allá del que dictaban los cánones de las ‘buenas costumbres’ y las ‘buenas conciencias’ de la época. En una sociedad que condenaba sin entender, la clandestinidad era la opción para las que osaban traspasar los linderos del amor convencional.

Una película que sugiere mucho enseñando poco; las miradas, los pequeños roces van alimentando la memoria emotiva y sensual que nutre el deseo e incrementa el romance que no puede manifestarse abiertamente ante el férreo escrutinio de los demás y la sociedad que consideran el devaneo entre mujeres un problema psiquiátrico grave. Historia plasmada de manera sutil y fina sin caer en rebuscamientos y lugares comunes de un amor lésbico auténtico que crece y se consolida a pesar de todas las dificultades que se van presentando en el camino. A diferencia de películas recientes como La Vida de Adele que explora la pasión explosiva entre dos mujeres, Carol, habla del entendimiento profundo entre dos personas que les ayuda a llenar respectivos vacíos lo que hace trascender la atracción inicial llevando su relación a sentimientos mutuos sólidos y verdaderos.

Estupendas actuaciones de Cate Blanchett y Rooney Mara, la interacción entre sus personajes se siente genuina, la fascinación mutua se percibe con claridad. La cinta reafirma las obsesiones temáticas del director Todd Haynes : Su interés por abordar personajes que por sus inquietudes resultan incómodos y contestatarios para la sociedad de la época en las que les tocó vivir. Seres que desafían y transgreden las convenciones propias de su comunidad arriesgándose a ser demolidos en el intento. 8 Barones.

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