CINEFILUS
Por: Javier Barón Rodriguez
12 de Diciembre del 2015
cinefilus@apsonfm.com

“Pero aunque el mundo desdeña a los balleneros, sin embargo, y sin tener conciencia de ello, nos rinden el más encendido homenaje. Pues casi todos los cirios, lámparas y bujías que arden en los confines del globo lo hacen, para gloria nuestra, con aceite de ballena”.

“Yo la perseguiré al otro lado del cabo de Buena Esperanza, y del cabo de Hornos y del Maelstrom noruego, y de las llamas de la condenación. Para esto os habéis embarcado, hombres, para perseguir a esta ballena blanca por los dos lados de la costa y por todos los lados de la tierra, hasta que eche un chorro de sangre negra”.

“Primero está Aries o el carnero, representa la lujuria de la cual todos fuimos engendrados. Después sigue Taurus o el toro, que nos muestra como vamos creciendo y volviéndonos fuertes. Luego viene Géminis o los mellizos, o sea, la Virtud y el Vicio; en la juventud tratamos de alcanzar la Virtud pero llega Cáncer, o el cangrejo, y nos arrastra hacia atrás. Cuando vamos dejando detrás la Virtud nos encuentra Leo, un rugiente león, que nos marca ya la mitad de la senda. Da unas cuántas dentelladas y zarpazos, creemos que no seguiremos adelante, pero llega Virgo, la virgen, el amor de nuestra vida. Nos casamos, pensamos en ser felices juntos por siempre, pero llega Libra, la balanza que todo lo mide. Pondera nuestra felicidad y la encuentra deficitaria, y cuando nos hayamos tristes a causa de esta cuestión… ¡Señor! Escorpio, o escorpión, nos hace dar un salto repentino, pues nos pincha por detrás. Todavía nos estamos curando de la herida cuando llega el flechazo, es Sagitario, el arquero, que se está divirtiendo. Mientras estamos arrancándonos el dardo llega Capricornio, o el macho cabrío. Completamente lanzado, llega como un huracán y nos hecha de cabeza lejos de nuestro hogar. Luego Acuario, o el portador de agua, nos arroja su diluvio ahogándonos. Y damos la vuelta completa con Piscis, o los peces, que finalmente nos llevan a descansar”. Fragmentos de la novela Moby Dick de Herman Melville. (1851).

12342693_10205316133363430_7184125778100812314_n

En la majestuosidad de los océanos se encuentra el secreto de la creación. Su inmensidad y magnificencia ha seducido desde siempre a los hombres, a la vez que representa un gran reto por los misterios insondables que guarda en sus profundidades y por ser un medio hostil para los humanos en el cual fácilmente pueden sucumbir. La estructura narrativa se desdobla en dos historias paralelas : El Escritor Herman Melville ( Ben Wishaw), está recabando material para escribir una novela, llega a buscar al único sobreviviente del barco Essex, Thomas Nickerson (Brendan Gleeson) que varias décadas atrás, cuando contaba con 14 años fue unos de los marineros testigo del naufragio de la embarcación y de la batalla que establece una enorme ballena blanca contra los tripulantes al ser agredida con un arpón.

Durante el transcurso de una noche el ex-marinero irá abriendo su corazón al escritor, y, confesará al escritor la odisea que llevó a los tripulantes a vivir una historia de supervivencia que los llevó a rebasar límites insospechados con tal de no morir. A la par, presenciamos la gran aventura, nos adentramos al excitante y a la vez demandante mundo de los barcos balleneros, hombres rudos que por las condiciones de su trabajo son solidarios entre ellos a excepción de el capitán George Pollard (Benjamin Walker) y su mano derecha, Owen Chase (Chris Hemsworth), conforme avanza el recorrido, surgirán enfrentamientos por el control de la nave entre ambos, que eventualmente influirá en su destino. Lo interesante de estos personajes, es que las vicisitudes a las que deberán enfrentarse, los reconciliará. Cerrando estupendamente un arco narrativo.

Una historia que plantea el desequilibrio que genera en la naturaleza el hombre, cegado por la soberbia y la codicia; creyendo ilusamente ser el dueño y poseedor de todo lo que existe en el planeta, la madre naturaleza le hará entender de forma brutal a estos marineros que hay reglas que al ser quebrantadas cobran un precio muy alto. Épica y poderosa. Emocionante y humana. Con escenas que inducen al espectador a una gran variedad de sensaciones, de esas películas que hasta a los que no nos gusta comer en el cine, nos dan ganas de comer palomitas para complementar el deleite. Una grata experiencia cinematográfica. 8.5 Barones.

#InTheHeartOfTheSeaCinefilusLapsus  #JavierBarón

Los comentarios están cerrados.