CINEFILUS

Por: Javier Barón Rodriguez

6 de Noviembre del 2015

cinefilus@apsonfm.com

”Cada respiro que toman es un respiro sin sus hijos, imaginas lo qué se siente?.”

La pesadilla que ningún matrimonio quiere vivir en sus vidas es que de un día para otro, súbitamente sus dos hijos desaparezcan sin dejar rastro alguno. Catherine Parker (Nicole Kidman) y Matthew Parker ( Joseph Fiennes) tienen una hija adolescente de 15 años de carácter conflictivo, la chica es promiscua y se involucra con uno de sus maestros, provocando un escándalo que obliga a los Parker a poner tierra de por medio y dejar una zona urbana para irse a vivir a un pequeño poblado en medio del desierto del inmenso Outback australiano. La chica seguirá acostándose con el que le pongan enfrente. Influenciando con su rebeldía negativamente a su hermano menor.

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Ambos huirán furtivamente en una noche calurosa… Un drama intenso. En el inicio el score juega un papel importante, música que sugiere atmósferas que nos hace inferir que algo no anda bien con esa familia. Personajes complejos, bien cimentados, durante la evolución de la trama vamos conociendo las frustraciones y desencantos de los Parker: matices, contradicciones, fantasmas de su relación que emergen y cobran fuerza con el paso de los días al no tener noticias del paradero de sus hijos.

La ausencia los enfrentará con sus carencias como pareja, esos vacíos individuales que los han alejado y que la rutina diaria les había ayudado a esquivar y evadir. La desesperación va tomando fuerza a medida que la incertidumbre crece, la fragilidad y vulnerabilidad emerge en cada uno de ellos, llevándolos a situaciones extremas que los llevarán a ser (más qué nunca) sinceros y abiertos. El desierto es utilizado como metáfora de la aridez que habita en seres desencantados de la vida y que al ser golpeados por un evento sorpresivo sacan a relucir sus miserias.

Hay una escena impactante, que incluye un desnudo frontal de Nicole Kidman, es el paroxismo de la desolación y el dolor de una madre. La película tiene valor por las actuaciones. El Guión es inconsistente y deja cabos sueltos en los motivos que impulsan a los adolescentes a abandonar el hogar. No es el tipo de película que gusta a todos. La directora Kim Farrant propone situaciones incómodas para confrontar al espectador. El resultado es desigual. A pesar de ello aborda aspectos que se prestan al análisis, ese tipo de conversaciones que se disfrutan tomando café. 7.5 Barones.

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