CINEFILUS
Por: Javier Barón Rodríguez
04 de Marzo del 2016
cinefilus@apsonfm.com

Dir. Stephen Fingleton (2015)
Pocas cosas resultan tan inquietantes como estar inmerso en una situación de la que no sabes su origen. He aquí un filme que nos adentra en lo profundo de un bosque, un hombre tiene una pequeña granja, lo vemos enterrando un cuerpo, preparando trampas para cazar conejos, trabajar la tierra para obtener vegetales, la forma en la que ha desarollado sistemas precarios pero efectivos de generación de agua potable y luz en lámparas de aceite. El tipo es hábil, podemos constatar que se maneja bien en esas condiciones. Durante los primeros 17 minutos no hay diálogo alguno.

Lo intrigante y qué en definitiva te engancha con la cinta, es qué no sabemos las razones que lo llevaron allí. ¿Es un misántropo y por ello vive aislado? ¿se acabó el mundo tal cómo lo conocíamos?
The Survivalist, invita al espectador a participar activamente e inferir las situaciones que llevaron a éste sujeto a vivir así.

Aparecerán dos mujeres ( una anciana y una adolescente), por las actitudes de los tres al momento de suscitarse el encuentro, asumimos que el mundo se ha convertido en un lugar hostil en el que no se puede confiar en nadie.

Sobresaliente película indie inglesa que sin un enorme presupuesto es capaz de mostrarnos un mundo post-apocalíptico centrado en los personajes y en la interrelación entre ellos.
El Capitalismo ya no existe. Vivir para trabajar y perseguir el espejismo del confort ya no tiene sentido. Los hombres han dejado de corromperse para obtener riqueza y poder, las mujeres ya no son preparadas para casarse con un
‘buen partido’. Todas esas ambiciones pertenecen a un mundo que desapareció.

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Lo primordial en el mundo que impera es tener aliados, tener capacidad de cultivar alimentos, el imperativo categórico es comer. Una verdura tiene más valor que un collar de diamantes.
La confianza dejó de tener significado. Las relaciones son de naturaleza utilitaria. Un escenario que de manera extraña evoca un mundo que nos resulta familiar.
Ante todo este planteamiento desencantado, hay cabida todavía para la belleza de ocupar un espacio en plena naturaleza, esa naturaleza amoral que siempre da y no juzga los actos de los que la habitan.
¿Qué eventos desencadenaron qué el mundo dejara de funcionar tal y cómo era? La incógnita nunca es despejada.

Las razones son múltiples y aparecen en la mente del espectador sin necesidad de que nos sean sugeridas. Gran logro del film.

Al encontrarte con este tipo de filmes es cuando los cinéfilos agradecemos infinitamente que existan sitios de cine online, ante el mercantilismo predominante en las grandes cadenas de cines que consideran la exhibición de estas propuestas que retan a los paradigmas establecidos, un mal negocio.

8.5 Barones.

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